Fuente de deseo y de placer, el sexo ha sido, desde los orígenes del ser humano, centro de atención y motivo de interés.
Liberados de los ciclos de fecundidad de los mamíferos, desde la prehistoria hasta nuestro días, la sexualidad de hombres y mujeres ha pasado, dependiendo de culturas, ideologías o religiones, desde la libre exaltación al ocultamiento más riguroso.
En estas fases, los genitales femeninos han sido tratados de muy diferente manera. Camino de la fecundación y origen de la vida, la vulva ha sido, ocultada o representada en el arte desde la prehistoria, con misterio y divinidad.
Hoy, la mujer de nuestra sociedad desea cuidar la estética de su intimidad con el mismo interés que la del resto de su cuerpo, y resolver los problemas funcionales que pudieran derivarse de los partos, de la edad, o como consecuencia de alguna patología.
Cualquier alteración en esta parte de su anatomía puede acarrear problemas de autoestima, pérdida de sensibilidad y de satisfacción en las relaciones sexuales, dificultad para mantener estas relaciones, vergüenza en la intimidad con la pareja, envejecimiento prematuro en los tejidos con pérdida de tersura y apariencia poco estética, e incomodidad en la vida cotidiana por molestias (picores, quemazón, incontinencia urinaria, sequedad y dolor vaginal, roces e incomodidad con la ropa…).
Cirugía genital femenina
La cirugía genital femenina, tenga una finalidad reparadora, estética o rejuvenecedora, al incorporar nuevas tecnologías en los tratamientos, permite encontrar la solución más adecuada a las necesidades que plantean nuestras pacientes.
Las técnicas que podemos aplicar van desde la cirugía a la regeneración de los tejidos pasando por el rejuvenecimiento, remodelación y relleno con ácido hialurónico o injerto de grasa de la misma paciente.
El resultado dependerá del estado de la piel y de los tejidos, del grado de alteración estética y funcional del órgano o estructura a tratar (labios mayores o menores, pubis, vagina, clítoris…), de la edad y estado de salud de la paciente, si es fumadora o no, si padece obesidad o quizá una delgadez excesiva…
Son muchas las variables que el cirujano debe analizar para decidir si debe utilizar una o varias cirugías complementarias. En ocasiones, otras cirugías (abdominoplastia, liposucción…) recomienden hacer una intervención a nivel genital (liposucción en el pubis, reducción de labios mayores…).
Estas intervenciones quirúrgicas son, por regla general, de índole ambulatoria y con anestesia local y sedación. En casos excepcionales pueden necesitar anestesia de breve duración y reposo de algunas horas en el hospital.
Los resultados proporcionan enorme satisfacción a las pacientes.
Tratamientos de cirugía estética genital femenina
En la primera consulta, en un ambiente de absoluta confidencialidad y discreción, escuchamos y valoramos la problemática y expectativas de la paciente y le informamos del tratamiento más adecuado a sus necesidades.
Después realizamos la historia clínica previa a la intervención con un exhaustivo estudio de la zona genital; se solicitan y realizan las pruebas pertinentes y se descartan posibles inconvenientes que desaconsejen la cirugía (alguna infección, lesión, embarazo…).
◙ Labioplastia de reducción de labios mayores y menores
Labioplastia es el modelado o cambio de forma de los labios mayores o menores de la vulva.
Si los labios mayores presentan un volumen excesivo o un aspecto asimétrico, se reduce su tamaño con liposucción y, si fuera necesario, con recesión de piel, quedando más rejuvenecidos y armónicos con el resto de la vulva.
Cuando este exceso afecta a los labios menores se puede reducir su tamaño mediante una Labioplastia de reducción o Ninfoplastia.
En este caso los labios menores no quedan completamente cubiertos por los mayores, se producen molestos roces con la ropa que originan infecciones vaginales o urinarias; terminan cubriéndose de queratina y se hipertrofian, adquiriendo un aspecto antiestético y envejecido. El exceso de piel también puede afectar al capuchón del clítoris disminuyendo de manera variable el placer en los encuentros sexuales
En esta intervención, el cirujano combina, si fuera necesario, la reducción del tejido de labios menores y del capuchón, modelando la simetría y recolocando el clítoris en el lugar adecuado.
◙ Aumento de labios mayores y menores
Los labios mayores o menores pueden perder volumen o turgencia, quedando demasiado finos, flácidos o envejecidos. Utilizamos dos tipos de relleno: Ácido Hialurónico e Implante de grasa.
La intervención devuelve a los labios volumen, elasticidad, viscosidad y un aspecto rejuvenecido.
◙ Remodelación (aumento – reducción) del monte de venus
El pubis abultado por acumulación de grasa puede desarrollarse con o sin sobrepeso, dando un aspecto poco femenino a la figura, sobre todo con ropa ajustada. Se realiza una liposucción de la zona y si hubiera un exceso de piel, se practica una resección, eliminándola.
En otras ocasiones, un pubis demasiado plano produce igualmente un aspecto antiestético. Para proporcionarle volumen y una apariencia más acorde con el resto de la vulva utilizamos Ácido Hialurónico o Implante de grasa.
◙ Rejuvenecimiento vaginal con ácido hialurónico o implante de grasa
Es un tratamiento muy recomendado cuando aparece sequedad y tirantez vaginal. Con el Ácido Hialurónico o con Implante de grasa, se aporta hidratación, elasticidad y mayor engrosamiento del tejido que se fortalece y rejuvenece.
◙ Rejuvenecimiento vaginal con láser
Utilizamos el Láser Vaginal para favorecer el riego sanguíneo y estimular la producción de colágeno, reduciendo o eliminando los síntomas postmenopausia o vulvovaginitis atrófica, (sequedad vaginal, ardor, picor, molestias al orinar o en las relaciones sexuales).
Además, tensa y tonifica los músculos de la vagina y estrecha el canal vaginal dilatado por los partos.
Es inocuo, rápido, seguro y da mayor grosor y calidad a los tejidos, rejuveneciéndolos.
◙ Tratamiento reconstructivo de la ablación femenina
Dependiendo del daño causado en los órganos genitales externos (total o parcial), esta delicadísima cirugía reconstructiva reduce las consecuencias de la ablación: infecciones urinarias y vaginales, problemas menstruales y sexuales, y complicaciones en el parto.
Los problemas de autoestima, depresión, ansiedad, y estrés postraumático, mejoran significativamente con este tratamiento.