SENSUALIDAD EN EL ROSTRO
La delicadeza de su forma redondeada y sinuosa, su piel aterciopelada y su tacto flexible y seductor, convierte al lóbulo, una pequeña estructura facial, en un potente centro de atracción.
El lóbulo puede ser de dos tipos: el que se denomina “pendular o despegado” de la cara, y el “pegado” a la piel de la cara. Se considera que el tamaño adecuado del lóbulo está entre el 25 y el 30% de la longitud del pabellón auricular. La longitud del lóbulo varía, pero no debería exceder de los 2 cm.
Con independencia del tipo de lóbulos con el que nacemos, poner en práctica tradiciones y modas como utilizar pendientes muy pesados, expansores, piercing…, conlleva un deterioro paulatino del delicado tejido que lo conforma. Con el paso del tiempo los lóbulos se alargan, se abren o rasgan por los orificios que se les practica y desde los que cuelgan esas piezas decorativas, y terminan presentando un aspecto deteriorado y poco atractivo. Hay que tener en cuenta, además, que el lóbulo crece durante toda la vida, alargándose de manera natural.
Dr. Arquero: “A nuestra consulta acuden pacientes preocupados porque no saben si pueden corregir la apariencia de sus lóbulos. Presentan diferentes formas y estados: lóbulo hipertrófico o alargado en exceso (en personas mayores lo llamamos lóbulo senil); lóbulo grande, grueso, muy fino y sin volumen, pegado a la piel de la cara, descolgado, con rasgado parcial o total…
Como vemos, los lóbulos varían por su tamaño y grosor, su forma, su inserción en la cara, por el trato inadecuado que han recibido, por haber sufrido algún traumatismo y por la edad.”
TIPOS DE CIRUGÍA EN EL LÓBULO
Hay dos tipos de cirugías básicas en el lóbulo: las orientadas a corregir la apariencia natural del lóbulo: grande, grueso, fino y alargado. Y las intervenciones que se realizan para reparar los daños sufridos en el lóbulo por un trato inadecuado o por un accidente: lóbulo rasgado parcial o totalmente y descolgado.
Dr. Arquero: “La diferencia fundamental entre estos dos tipos de intervenciones está en las técnicas que utilizamos. Cuando nos enfrentamos a un lóbulo natural poco estético, la cirugía podrá hacerse en cualquier zona del lóbulo para dotarle de belleza y armonía.
Sin embargo, cuando se trata de corregir rasgados hay que tener en cuenta, en primer lugar, su longitud. Por ejemplo, si es un rasgado moderado o grande, habrá que retirar la piel de la cara interior o túnel del pendiente para que se pueda suturar correctamente, a la vez se realizará una resección del tejido si es excesivo, reduciendo su tamaño y modelando el contorno.”
REDUCCIÓN DEL TAMAÑO NATURAL DEL LÓBULO
Las técnicas para disminuir el tamaño del lóbulo se pueden clasificar en tres tipos: la resección directa del borde, la resección en cuña y los colgajos o plastias con base superior o inferior. La elección de una u otra técnica dependerá de la forma y posición del lóbulo y su objetivo es dotarle de un acabado bello y natural. La formación estética del cirujano es imprescindible.
AUMENTO DE VOLUMEN DEL LÓBULO
Cuando el lóbulo es fino y flácido, se puede inyectar ácido hialurónico o grasa propia para darle volumen, turgencia y mayor apariencia, de manera que enmarque el rostro con más firmeza.
LÓBULO PARCIALMENTE RASGADO
Dr. Arquero: “Cuando el rasgado es muy pequeño, se retira la piel del interior del túnel del pendiente y se sutura cuidadosamente con puntos por detrás del lóbulo.
Si el rasgado es grande (normalmente por el uso de expansores), se retira la piel interior del agujero y se sutura con mucho cuidado con puntos por delante y por detrás. Si fuera necesario, se realiza una resección del tejido sobrante redondeando el lóbulo. Estos pasos dependerán del estado del lóbulo. Habrá que esperar un mes como mínimo para una correcta cicatrización. No se recomienda volver a llevar pendientes en el mismo lugar, donde ahora está la cicatriz.”
LÓBULO TOTALMENTE RASGADO
Dr. Arquero: “La técnica utilizada en el rasgado total del lóbulo es la misma que en el rasgado parcial con la diferencia de que en este caso hay que suturar la abertura final del lóbulo, redondeándolo. Después de un mes quedará perfectamente cicatrizado y aconsejamos no volver a utilizar pendientes en el mismo lugar.
Cuando se sutura un rasgado, se puede dejar un agujero para colocar pendientes de nuevo, pero solo se recomienda si el rasgado es pequeño y si los pendientes que se van a colocar son muy ligeros.”
LÓBULO DESCOLGADO
Dr. Arquero: “Este tipo de lóbulo es propio de mujeres mayores que han llevado pendientes prácticamente toda su vida y da un aspecto envejecido al rostro. Su cirugía es sencilla: se realiza una resección del tejido sobrante para corregir su tamaño y se sutura modelando el contorno.”
LÓBULO PEGADO A LA PIEL DE LA CARA
Algunas personas que tienen el lóbulo pegado a la piel de la cara, desean despegarlo y darle cierta curvatura. Esta cirugía puede realizarse siendo conscientes de que dejaremos una pequeña cicatriz por debajo del lóbulo.
PROTOCOLO DE LA CIRUGÍA DE LÓBULOS
Son intervenciones de carácter ambulatorio y se realizan con anestesia local. El cirujano le aconsejará que debe hacer si aparece dolor o inflamación. Es necesario no dormir del lado afectado durante los días que estipule su cirujano, ni tomar el sol directo durante dos meses; después se podrá hacer utilizando crema con protección solar alta.
Entre 7 y 10 días después de la lobuloplastia se retirarán los puntos en la Clínica del Dr. Arquero.