Es importante destacar que el tratamiento de la porción ósea de la nariz ocupa una pequeña parte de la rinoplastia por lo que no debemos creer que por utilizar la técnica ultrasónica conseguiremos un mejor resultado final. En cirugía tenemos una frase que corrobora estos pensamientos y que dice que es más importante el técnico que la técnica.
Como en otras especialidades quirúrgicas que lidian con huesos, como la cirugía maxilofacial, otorrinolaringología, traumatología o neurocirugía, la utilización de los ultrasonidos para la realización de las osteotomías de la rinoplastia es un importante avance técnico.
Esta técnica nos permite una mayor precisión y control en la fractura de los huesos nasales, remodelar la giba, suavizar los bordes o afinar las paredes óseas bajo visión directa y, como no corta los tejidos blandos como la mucosa nasal, provocará un menor sangramiento y, por lo tanto, tendremos menos posibilidades de que aparezcan equimosis (moretones) importantes.
Para poder efectuar esta osteotomía en condiciones óptimas se recomienda realizar una rinoplastia abierta y, preferiblemente, con anestesia general, ya que la osteotomía piezoeléctrica necesita de una visión directa amplia y de una irrigación constante para evitar el sobrecalentamiento del hueso.
Exige realizar un despegamiento más amplio que en las rinoplastias convencionales, elevando la capa que esta pegada al hueso (periostio) lo cual significa algo más de tiempo quirúrgico y, aunque no siempre asegura la ausencia de sangramiento, la seguridad que aporta a la fractura hace que esta osteotomía se haya convertido en una herramienta imprescindible en la rinoplastia moderna.
En resumen, la rinoplastia ultrasónica aporta mayor precisión y menor traumatismo, disminuyendo las irregularidades óseas y evitando que los huesos queden inestables, así como produce menor edema y sangramiento y, por lo tanto, permite una más rápida recuperación.
Esta especialmente indicada en narices con giba muy importante, con la base del dorso nasal muy ancha o en aquellas narices que necesitan una doble fractura lateral.