QUEILOPLASTIA: TRATAMIENTO MÉDICO DE LOS LABIOS
Sonreír, sentir, conversar, besar…, son ocasiones en las que concentramos nuestra atención y nuestra mirada en los labios de los demás, quienes, a su vez, miran los nuestros fijamente.
Desde el momento en que nacemos los labios nos permiten una lactancia adecuada y, más tarde, un contacto afectivo y social con quienes nos rodean, el conocimiento sensorial de nuestro entorno más próximo (texturas, temperaturas…) y nos permiten respirar adecuadamente por la nariz.
Ambos labios están formados por un bermellón, o labio propiamente dicho, y por un labio cutáneo o labio blanco. El labio superior se encuentra entre la base de la nariz y los surcos nasogenianos, mientras que el inferior está limitado por la continuación de dichos surcos y por el comienzo del mentón o surco mento-labial.
Los labios desempeñan un papel crucial en la armonía global del rostro: hay parámetros que determinan las relaciones entre el superior y el inferior y entre estos y la nariz y el mentón.
La altura del labio superior se mide desde el punto subnasal (Sn) hasta el punto más inferior del borde libre del bermellón, y la del inferior, desde el borde libre del bermellón hasta el surco mento-labial. Estas medidas suelen ser equivalentes. Lo normal es que la altura del labio superior sea equivalente a la proyección de la base de la nariz yque su bermellón seamás fino que el inferior.
La posición de los labios refleja la posición de los dientes, por lo que es normal que el labio superior esté ligeramente por delante del inferior, siempre y cuando la mordida sea correcta.
Se denomina competencia labial a la capacidad de mantener los labios en contacto uno con otro cuando estamos en reposo, especialmente al dormir. Esto permite que la boca esté cerrada y podamos respirar por la nariz, lo cual es fundamental para que exista un buen funcionamiento del sistema respiratorio. Cuando esto no ocurre utilizamos inconscientemente la respiración bucal. En estos casos el aire llega a los pulmones sin la preparación adecuada (limpio, caliente y húmedo) y puede causar patologías en las vías aéreas superiores y en el pulmón.
QUEILOPLASTIA: LA CIRUGÍA DE LABIOS
“La Queiloplastia engloba las diferentes cirugías y tratamientos de los labios y supone un auténtico reto técnico y artístico. Exige la máxima delicadeza y comprensión del paciente a quien hay que saber “escuchar y ver”, para poder proponer las soluciones a cada problema. Buscamos belleza, salud, naturalidad y armonía, pero también seguridad en la elección del implante que utilizamos.
La falta de equilibrio con el conjunto del rostro (labios muy finos, gruesos, sin simetría, seniles…), las arrugas, cicatrices y las alteraciones provocadas por implantes inyectables, especialmente no reabsorbibles, son algunas de las causas por las que nuestros pacientes deciden someterse a una queiloplastia.”
El deseo de muchas mujeres y hombres por poseer unos labios más carnosos, sensuales y juveniles, les hace olvidar que los labios deben mantener dichas proporciones, diferentes en cada persona y acordes a su sexo, raza, edad…”
QUEILOPLASTIA DE AUMENTO
El aumento de volumen de los labios puede realizarse mediante implantes, injertos y plastias.
Los Implantes inyectables siempre deben ser reabsorbibles o temporales (ácido hialurónico, ácido poliláctico, hidroxiapatita…). Los permanentes, como la silicona líquida, metacrilato o los hidrogeles de poliacrimamida y alquilimida no son recomendables por los problemas estéticos, de salud y psicológicos que producen con el tiempo y por su difícil tratamiento.
Como Implante sólido puede utilizarse hilo de Gore-Tex: es definitivo y útil para perfilar la línea labial.
Otro método para aumentar y modelar los labios son los Injertos de tejidos propios como la grasa aspirada, la fascia temporal o el SMAS (capa de tejido fibrograso que se encuentra en la cara y que utilizamos cuando se realiza un lifting facial).
“En nuestras clínicas inyectamos únicamente Implantes de material reabsorbible como el ácido hialurónico o injertos de tejidos del propio paciente.”
“Realizamos también Plastias con las que desplazamos hacia delante y hacia fuera músculo y mucosa (plastia en VY, WPL…) y en casos excepcionales utilizamos implantes de hilos de Gore-Tex muy útiles para perfilar los labios.”
QUEILOPLASTIA DE REDUCCIÓN
La reducción puede ser del labio cutáneo (lifting de labio) o del bermellón. Esta última es una intervención poco habitual con la que eliminamos el exceso de tejido en un labio genéticamente grueso para disminuir su volumen y dotar al rostro de un mayor equilibrio. La resección se realiza en la parte interior para que la cicatriz no sea visible.
El acortamiento de la altura del labio cutáneo produce el rejuvenecimiento del rostro, aumentando la altura del bermellón y favoreciendo la armonización del perfil facial. La cicatriz se oculta en la base de la nariz.
CIRUGÍA DE LABIOS REPARADORA
Se realiza para corregir las cicatrices provocadas por traumatismos, tumores, quemaduras o alteraciones congénitas de los labios (fisura labial, microstomía…).
La técnica quirúrgica a realizar dependerá del estado de los labios en función de la patología que presenten.
QUEILOPLASTIA SECUNDARIA
Dr. Arquero: “La queiloplastia secundaria es la que se realiza para corregir los problemas derivados de una intervención anterior. Normalmente consiste en retirar implantes inyectables no reabsorbibles que han provocado una reacción inflamatoria debida a la no aceptación por el organismo de la sustancia inyectada.
El sistema inmunológico se defiende con la formación de granulomas para aislar la sustancia, con lo que aparecen bultos, asimetrías y desproporción entre los labios. El paciente pierde el tacto normal, siente quemazón, durezas, falta de movimiento de los labios…, y psicológicamente queda muy afectado”.
La queiloplastia secundaria es una cirugía muy compleja y requiere de gran habilidad técnica y sensibilidad estética porque, además de retirar esta sustancia, hay que esculpir un nuevo volumen labial que resulte estético, simétrico y en armonía con el rostro del paciente, y suturar en el borde interior de la mucosa labial para que la cicatriz sea prácticamente invisible.”
Después de la intervención es normal sentir molestias leves, sensación de calor, edema local y ocasionalmente, cierta inflamación en el resto de la cara que desaparece progresivamente entre las 48 y 72 horas. Mientras se tienen los puntos deberán mantenerse secos y se retiran después del 7º y 10 día si no se han caído.
Si quieres seguir profundizando sobre esta intervención, ¡solicita una consulta con el Dr. Arquero en su Clínica!