Rinoplastia secundaria

La rinoplastia secundaria busca perfeccionar los resultados de una rinoplastia previa. Al igual que en la rinoplastia primaria, su propósito principal es lograr una armonía estética, pero en este caso, se enfrenta al desafío adicional de corregir o mejorar la forma y función de la nariz después de una cirugía previa.

Tabla de contenidos

¿Qué es una rinoplastia secundaria?

La rinoplastia secundaria, también conocida como revisión de rinoplastia o rinoplastia de revisión, es un procedimiento quirúrgico que se realiza después de una rinoplastia primaria previa. Se lleva a cabo cuando el paciente desea hacer ajustes, correcciones o mejoras adicionales en la forma o función de la nariz después de haberse sometido a una rinoplastia inicial.

Si la rinoplastia estética es de por sí una intervención compleja, con frecuencia nos enfrentamos a la dificultad añadida de operar a un paciente intervenido anteriormente por nosotros mismos o por otro cirujano.

Aunque en manos experimentadas la cirugía de la nariz no suele dar un gran número de complicaciones, sin embargo, por la variedad de tejidos que presenta ofrece un grado de incertidumbre en el resultado que hace que entre un 5 y un 10% de los pacientes intervenidos primariamente deban ser sometidos a uno o más retoques o reintervenciones.    

¿Cómo se evalúa si debo someterme a otra intervención?

Cuando nos enfrentamos con un paciente ya operado anteriormente que desea modificar su nariz o se queja de algún defecto consecuencia de la intervención anterior, lo primero que hacemos es solicitar su propio juicio estético. Esto nos proporciona no solo una idea de la realidad del análisis, sino que también nos mostrará su capacidad de observación. El descontento puede referirse tanto a la presencia de una leve anomalía como a una grave secuela o, simplemente, a la insatisfacción estética del resultado. Es de suma importancia, pues, una valoración del estado psicoemocional y de las expectativas que tiene de la intervención. Si la deformidad es real, las expectativas razonables y el entendimiento adecuado, pasamos a analizar la nariz y su entorno.

Habitualmente, empleamos el dibujo artístico como una herramienta valiosa para señalar las alteraciones y explicar las modificaciones que consideramos pertinentes. Esto implica representar frontal y lateralmente la frente, nariz, labio y mentón, así como proporcionar una visión de la base de la nariz. La concepción tridimensional de la nariz y el análisis de cada una de las estructuras que la conforman: el soporte, el relleno y la cobertura, tanto de manera aislada como en su conjunto, contribuyen significativamente a una evaluación preoperatoria más precisa, siendo esencial para alcanzar un resultado satisfactorio.

La rinoplastia secundaria, como es natural, demanda un profundo conocimiento de la anatomía y fisiología normales, así como una comprensión de los cambios anatómicos y las posibles alteraciones funcionales que pueden surgir como resultado de una rinoplastia previa. Además, requiere la aplicación de una técnica quirúrgica precisa y el dominio de una variedad de procedimientos destinados a corregir cada deformidad específica. La elección de estos procedimientos debe llevarse a cabo con extrema precaución, siempre con el objetivo de alcanzar el resultado deseado.

¿En qué consiste la intervención?

Ante una nariz operada podemos encontrar todas las alteraciones habituales de la rinoplastia primaria a las cuales se suman aquellos defectos provocados por la intervención o intervenciones anteriores. Estos problemas suelen ser debidos a un error diagnóstico y, por tanto, a la utilización de un procedimiento equivocado, a un error de técnica quirúrgica (falta de tratamiento, tratamiento insuficiente, excesivo o incorrecto) o a alteraciones individuales en la cicatrización de los tejidos.

En estos casos la intervención no seguirá los pasos de la rinoplastia convencional, sino que se limitará a tratar aquellos defectos que alteran la normal anatomía de la nariz, aunque, como es lógico, en algunos casos puede ser necesario una nueva y completa operación.

De todas las maneras siempre deberemos tener en cuenta la presencia de tejido fibroso cicatricial y las alteraciones de la circulación provocadas por la operación previa.

El abordaje elegido dependerá del problema a tratar y de su localización. La incisión lateral puede ser intercartilaginosa, transcartilaginosa, marginal (prerrimal) o combinadas y, medialmente, transfixante de la mucosa en el borde caudal del septo, hemitransfixante derecha o izquierda y extendida cuando alcanza la espina nasal. La incisión de Rethi se realiza transversalmente en la columela cuando vamos a realizar una rinoplastia abierta. Este tipo de abordaje es fundamental para el tratamiento de la punta nasal difícil y, especialmente, en casos de rinoplastia secundaria.

¿Cuáles son las causas principales de una rinoplastia secundaria?

1. Alteraciones y defectos de la cobertura cutánea y tejidos blandos:

Como bien sabemos, cualquier cambio en las estructuras de sostén repercutirá en la morfología nasal de manera variable según el grosor de la piel, del tejido celular subcutáneo y de los músculos, así como de su grado de retracción y la intensidad de la reacción cicatricial.

En los pacientes de edad puede aparecer, después de una rinoplastia, un exceso cutáneo o arrugas que, en casos extremos, deberemos proceder a su resección dejando una cicatriz horizontal poco visible en la parte superior del dorso. Cuando presentan una piel gruesa existe tendencia al edema persistente, fibrosis y a la formación de supratip. Este puede ser ocasionado, también, por la presencia de un hematoma o por haber dejado espacio muerto. Si, por el contrario, la piel es fina es más fácil visualizar los defectos de las estructuras de sostén y encontrar adherencias de la piel al hueso o al cartílago. La retracción cutánea exagerada puede llegar a provocar deformidad de los cartílagos si estos son muy finos. La persistencia o no tratamiento de la musculatura también puede ser causa de la disminución o pérdida del ángulo frontonasal, de la inadecuada proyección de la punta o de su escasa rotación.

2. Alteraciones y defectos de la cavidad nasal: alteraciones funcionales

Frecuentemente nos encontramos a pacientes sometidos con anterioridad a una rinoplastia que presentan mayor o menor grado de dificultad respiratoria. Lo más
común es que ésta sea debida a la persistencia de un desvío septal cuyo correcto tratamiento corregirá el problema.

3. Alteraciones y defectos de la punta nasal

Cualquier alteración en el tamaño, posición y forma de la arquitectura cartilaginosa provocará una modificación característica. En la rinoplastia secundaria, por tanto, podemos encontrar en la punta las mismas incorrecciones que en una rinoplastia primaria – si estas no han sido tratadas adecuadamente – a las que debemos añadir los desperfectos provocados por el exceso o defecto de tratamiento.

4. Alteraciones y defectos de la estructura ósteocartilaginosa

Las alteraciones y defectos de la estructura ósteocartilaginosa en una rinoplastia secundaria son un aspecto crítico a considerar. Estos pueden surgir como resultado de cirugías previas o debido a modificaciones anatómicas naturales. En esta etapa, es esencial abordar cuidadosamente los desequilibrios en la arquitectura cartilaginosa y ósea para restaurar la función y la estética de la nariz. Esto puede implicar la corrección de deformidades en el dorso nasal, la punta y los soportes estructurales, asegurando que la nariz mantenga su forma y funcionalidad adecuadas. La selección de técnicas quirúrgicas apropiadas y la atención meticulosa a los detalles son esenciales para lograr resultados satisfactorios en la rinoplastia secundaria.

5. Alteraciones y defectos de las alas de la nariz

Constituye el último paso en el acto operatorio. El tratamiento de los mismos estará indicado en los casos de narices con alas gruesas o redundancia del reborde inferior de las narinas. Es frecuente que necesitemos proceder a su resección y rotación en aquellos casos que se ha disminuido la proyección de la punta lo cual conlleva el exceso y redondeamiento de las narinas. Normalmente la resección se limita a la piel, aunque en algunos casos será necesario la retirada de un fragmento de mucosa siempre de forma extremadamente conservadora.

RESERVA TU CITA

Descubre cómo podemos ayudarte a alcanzar tus metas de belleza y bienestar