Lifting facial
El lifting facial es un procedimiento destinado a rejuvenecer y mejorar la apariencia del rostro y el cuello. Busca corregir los signos visibles del envejecimiento, como la flacidez de la piel, las arrugas y la pérdida de firmeza en el área facial y del cuello.
Tabla de contenidos
¿Qué es el lifting facial?
El lifting facial, también conocido como estiramiento facial o ritidoplastia, es una intervención quirúrgica destinada a tratar los signos del envejecimiento en el rostro. Su nombre describe claramente su propósito: estirar la piel, abordar las arrugas (ritidos) y elevar las estructuras faciales que han experimentado una caída (lifting). En este procedimiento, se llevan a cabo incisiones en áreas estratégicas para permitir el acceso a las estructuras subyacentes, y se realiza una meticulosa remodelación de los tejidos. Para obtener un resultado óptimo, es fundamental que la técnica quirúrgica se combine con la sensibilidad y atención minuciosa del cirujano, prestando atención a cada detalle.
Un aspecto esencial en el lifting facial es comprender que la piel es elástica pero no basta con estirarla para eliminar las arrugas. Es necesario que las estructuras subyacentes, como la grasa y los músculos, mantengan la forma y se tensen de manera adecuada. Para lograr esto, se utiliza una fina malla llamada SMAS (sistema músculo aponeurótico superficial), que proporciona soporte y estabilidad. Además, la piel se levanta junto con una capa de grasa, la cual contiene vasos sanguíneos que alimentan el tejido. Es importante destacar que esta circulación delicada puede verse comprometida en pacientes con ciertas condiciones médicas, como fumadores, personas con diabetes o arteriosclerosis, lo que requiere precauciones y limitaciones adicionales en el procedimiento.
Un aspecto esencial en el lifting facial es comprender que la piel es elástica pero no basta con estirarla para eliminar las arrugas. Es necesario que las estructuras subyacentes, como la grasa y los músculos, mantengan la forma y se tensen de manera adecuada. Para lograr esto, se utiliza una fina malla llamada SMAS (sistema músculo aponeurótico superficial), que proporciona soporte y estabilidad. Además, la piel se levanta junto con una capa de grasa, la cual contiene vasos sanguíneos que alimentan el tejido. Es importante destacar que esta circulación delicada puede verse comprometida en pacientes con ciertas condiciones médicas, como fumadores, personas con diabetes o arteriosclerosis, lo que requiere precauciones y limitaciones adicionales en el procedimiento.
¿En qué consiste la intervención?
La realización de la intervención de lifting facial puede variar según el caso y las necesidades del paciente. Aunque existen diversas técnicas con diferencias en la ubicación y longitud de las incisiones, la práctica común implica la siguiente aproximación:
En general, las incisiones comienzan en la zona de las sienes, ocultas dentro del cabello, y se extienden siguiendo las líneas naturales de la piel delante de la oreja. Luego continúan alrededor del lóbulo de la oreja, detrás de la oreja y a lo largo del cuero cabelludo. En casos donde el cuello requiere un tratamiento especial, se realiza una incisión adicional justo debajo del mentón.
La intervención se centra en tensar las capas musculares y la piel, eliminando el exceso de tejido. Una vez completada la cirugía, se coloca un vendaje que se mantiene durante un período de 24 a 48 horas para proteger y favorecer la recuperación del paciente. Las técnicas y detalles específicos de la cirugía pueden variar según las necesidades individuales de cada caso.
En general, las incisiones comienzan en la zona de las sienes, ocultas dentro del cabello, y se extienden siguiendo las líneas naturales de la piel delante de la oreja. Luego continúan alrededor del lóbulo de la oreja, detrás de la oreja y a lo largo del cuero cabelludo. En casos donde el cuello requiere un tratamiento especial, se realiza una incisión adicional justo debajo del mentón.
La intervención se centra en tensar las capas musculares y la piel, eliminando el exceso de tejido. Una vez completada la cirugía, se coloca un vendaje que se mantiene durante un período de 24 a 48 horas para proteger y favorecer la recuperación del paciente. Las técnicas y detalles específicos de la cirugía pueden variar según las necesidades individuales de cada caso.
¿Cuánto tiempo dura la intervención?
La duración de la intervención de lifting facial varía según la cantidad de procedimientos realizados en la misma cirugía. Por lo general, el tiempo quirúrgico oscila entre dos y cinco horas, dependiendo de la complejidad de la cirugía y las necesidades específicas de cada paciente. Es importante destacar que la anestesia utilizada en este procedimiento es generalmente más superficial que la empleada en cirugías más invasivas, ya que se centra en estructuras externas que están anestesiadas mediante infiltración.
En cuanto al tiempo de hospitalización, suele ser de 24 a 48 horas, dependiendo del tipo de lifting facial realizado y de las recomendaciones médicas para garantizar una recuperación adecuada.
En cuanto al tiempo de hospitalización, suele ser de 24 a 48 horas, dependiendo del tipo de lifting facial realizado y de las recomendaciones médicas para garantizar una recuperación adecuada.
Consejos antes de tu intervención
Para asegurarte de obtener los mejores resultados, antes de un lifting facial, te recomendamos los siguientes consejos:
- Durante los días anteriores a la cirugía es conveniente utilizar un jabón germicida, tipo Lactacyd, para lavar todo el cuerpo.
- No tomar aspirinas u otros medicamentos que contengan salicilatos ni antiinflamatorios durante dos semanas antes de la intervención.
- Es especialmente importante no fumar durante tres semanas antes y tres semanas después de la cirugía: la nicotina altera la microcirculación de la piel y puede perjudicar seriamente el resultado final de la intervención.
- Deberá traer un pañuelo para cubrir la cabeza y unas gafas oscuras para el momento de salir de la clínica.
¿Cómo es el postoperatorio?
Durante los primeros días posteriores a la cirugía, es normal experimentar edema o hinchazón en la cara, que puede ser de leve a moderado. Este edema tiende a aumentar en los tres primeros días y luego disminuir progresivamente, siendo mínimo después de dos o tres semanas.
Es común que aparezca alguna secreción en las cicatrices durante las primeras 48 horas después de la cirugía.
El paciente puede sentir cierto grado de malestar y tirantez en la cara, debido a la tracción ejercida sobre los músculos, además de la presencia del edema.
Puede haber una disminución de la sensibilidad al tacto y una sensación de acartonamiento o hormigueo en la piel de la cara.
El tiempo de recuperación varía según la respuesta individual de cada paciente, pero generalmente oscila entre quince y veinte días. A partir de aproximadamente una semana, el paciente puede comenzar a retomar una vida normal con restricciones mínimas. Durante el proceso de recuperación, la inflamación en todo el rostro, la insensibilidad y las leves equimosis (moratones) son normales y tienden a desaparecer progresivamente.
Es común que aparezca alguna secreción en las cicatrices durante las primeras 48 horas después de la cirugía.
El paciente puede sentir cierto grado de malestar y tirantez en la cara, debido a la tracción ejercida sobre los músculos, además de la presencia del edema.
Puede haber una disminución de la sensibilidad al tacto y una sensación de acartonamiento o hormigueo en la piel de la cara.
El tiempo de recuperación varía según la respuesta individual de cada paciente, pero generalmente oscila entre quince y veinte días. A partir de aproximadamente una semana, el paciente puede comenzar a retomar una vida normal con restricciones mínimas. Durante el proceso de recuperación, la inflamación en todo el rostro, la insensibilidad y las leves equimosis (moratones) son normales y tienden a desaparecer progresivamente.
Consejos después de tu intervención
Después de un lifting facial, te recomendamos que sigas los siguientes consejos para tu recuperación:
- Descansar o dormir con la cabeza y espalda ligeramente elevadas para mantener la cabeza erguida y no doblar el cuello.
- Considerar el uso de un collarín ortopédico o una pequeña toalla enrollada debajo del cuello y asegurada por un pañuelo.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas durante al menos dos semanas.
- No exponerse al calor ni tomar sol en la cara durante seis semanas.
- Abstenerse de realizar ejercicios violentos durante el período de recuperación.
- Tener precaución si se usan gafas, ya que la presión de las patillas, combinada con el edema postoperatorio, puede comprimir el área supra y retroauricular, lo que podría provocar problemas como la necrosis en esa zona.
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